No aceptes ni permitas todo
Incluso, si viene de ti misma(o)
Seguro que todas, todos y todes, estamos de acuerdo en que la violencia de cualquier tipo, ocasiona más problemas de los que resuelve, y no debe ser tolerada bajo ninguna circunstancia que no sea la supervivencia o la defensa propia (porque tampoco se va a estar uno dejando, ¿verdad?).
Sin embargo, solemos caer en el lugar común, de pensar que la violencia solo son golpes o palabras groseras de parte de otras personas, pero… ¿qué pasa cuando no la detectamos por ser algo sutil que proviene de nosotros mismos?: no por eso deja de ser violencia. Como por ejemplo:
• Hacer ejercicio “hasta que duela” en lugar de parar cuando el cuerpo nos avisa que ya fue suficiente.
• Hacer lo que no queremos, solo porque nosotros “nunca nos rendimos”.
• Vestirnos con lo que no nos gusta, solo por presión social.
• No respetar nuestros ritmos, ya sea de caminar, manejar, tomar decisiones o hasta responder un mensaje.
• Maldecimos a nuestro cuerpo por no caber en tal talla o por no vernos como la artista del momento.
• Criticamos, maltratamos, o nos burlamos de nuestro cuerpo.
• Comemos lo que caiga a la hora que se pueda.
• Tomamos como referentes a los que venden la idea de que estar joven o delgada soluciona todos tus problemas y es la única alternativa para ser merecedor de cariño y validación.
• Dejamos nuestra salud siempre para después.
• Decimos a todo que sí por no poner límites.
• Ponemos en juego nuestra economía y nuestra salud en pro de la belleza.
• Bajamos nuestro umbral de merecimiento, por no estar jóvenes o no tener un “mejor cuerpo”
Y me puedo seguir… y seguro a ti ya se te están ocurriendo muchas más… y seguro que no habíamos caído en conciencia de que todo lo anterior, también es violencia, y lo permitimos, y lo toleramos, y lo ejercemos contra nosotras y nosotros mismos. Negamos nuestros deseos, callamos nuestras necesidades y nos forzamos más allá de nuestros límites para complacer a otros, satisfacer expectativas externas, obtener validación o encajar y lucir “exitosos”.
Para ya de lastimarte, de flagelarte, de cumplir lo sueños de otros a costa de los propios… no toleres ningún tipo de violencia, empezando con la que viene de ti misma(o).
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