Mayrautora
Disciplina: ¿rigidez o estructura?
La vacuna contra el cambio constante
Muchos piensan que ser disciplinado es seguir un estilo de vida militar: horarios estrictos, tareas programadas y ejecución precisa; y no necesariamente. En un mundo donde la constante es el cambio, y hay un montón de cosas que no podemos controlar, la disciplina es la herramienta perfecta para controlar las que sí podemos.
La supuesta falta de disciplina, en aquellos que se asumen como desordenados o despistados, les brinda la excusa perfecta para no hacer lo que saben que tienen que hacer, y paradójicamente todos somos disciplinados y seguimos los mismos pasos tanto para tener todo en orden como para tener todo en caos.
Para de una vez por todas, cambiar y evolucionar, se necesita voluntad. No hay más. No hay atajos rápidos ni fórmulas mágicas. Voluntad de querer que las cosas sucedan. ¿Y qué es la voluntad? ¿Dónde se consigue o con qué se come? Es como decimos en México: “fajarte los pantalones”, gobernar tu conducta, controlar tu mente; y como nos decían las mamás “no te mandas solo”… pues ahora sí, eres adulto y ahora sí ya te mandas solo, así que mándate bien, deja de ser permisivo, ponte límites, hazte responsable de tus decisiones y asume sus consecuencias.
Atrévete a lo que nunca has hecho, sé distinto del resto, piensa y actúa a tu estilo propio, “piensa fuera de la caja”, a pesar de tus malos hábitos, a pesar de tu indisciplina de años, a pesar de tus justificaciones, a pesar de ti mismo. Descubre tu inspiración, define una estrategia y toma acción, porque solamente si estás dispuesto a hacerlo diferente de cómo lo hiciste ayer, llegarás a niveles que hoy solo son una fantasía.
Si no tienes auto control, alguien más vendrá a controlarte. Si no descubres tu propia motivación, abrazarás la motivación de otros. Si no aprendes a gobernarte, alguien más lo hará por ti…

¡Sígueme!
¡Descubre mis libros!